El presente proyecto pretende estudiar desde una perspectiva interdisciplinaria, cómo ciertos sectores de la Iglesia sí participaron en el movimiento intelectual y social conocido como la Ilustración. Para ello, no pretendemos ceñirnos a los rostros más conocidos en el campo de las letras, sino ampliar la perspectiva al conjunto de acciones en la educación y la labor social que realizaron los individuos del clero secular durante el siglo XVIII y primeras décadas del México independiente. Esta investigación permitirá conocer el aporte de dos corporaciones educativas en la formación de ministros para la iglesia y de ciudadanos útiles para el Estado. Así como su involucramiento con la sociedad en aspectos más allá de lo espiritual, como los comportamientos sociales y los modelos ideológicos, en un período en el cual el clero secular tomó mayor relevancia tras el proceso de secularización y la expulsión de los jesuitas. El enfoque regional es importante destacarlo, pues la Iglesia y sus actores deben valorarse bajo esta escala de análisis y medir la influencia de las nuevas ideas culturales fuera de los centros tradicionales como las ciudades de México y Puebla.
Se enfocará el estudio en dos áreas temáticas de gran envergadura para entender cómo se desarrolló la Ilustración católica o la Ilustración dentro de la Iglesia, para ello, una corporación importante será el análisis de los nueve seminarios conciliares que fueron fundados en el período novohispano, ubicados en las ciudades de Puebla (1643), Oaxaca (1673), Ciudad Real de Chiapas (1678), Guadalajara (1696), México (1697), Durango (1705), Mérida (1756), Valladolid (1770), y Monterrey 1793. Por tanto, la investigación que desarrollo pretende ser una historia social y cultural de estos centros educativos y con ello responder a los cuestionamientos sobre ¿cómo recibieron y adaptaron los colegios seminarios los saberes útiles de la Ilustración? ¿Cuál fue el comportamiento de cada colegio en la lucha insurgente?, y ¿cómo fue su contribución en materia educativa en las primeras décadas del México independiente? Resultan claves para la investigación, sobre todo si recordamos que al ser expulsados los jesuitas, en algunas regiones de la Nueva España, los colegios seminarios quedaron como los únicos espacios educativos.
La otra área temática abordará el interés de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri por la cultura que los llevó a fundar dos colegios en San Miguel el Grande y Guanajuato, y el intento de fundación de otros dos, uno para Guadalajara que el rey no autorizó, y otro para mujeres pobres de origen español en la ciudad de México en el siglo XVIII. Se pretende evidenciar ciertas características de su perfil educativo y de utilidad pública, particularmente para el Bajío, región que ocupó el segundo lugar con mayor demanda de colegios y población estudiantil en el período de 1732 a 1757.
Las instituciones educativas no se limitaron a formar cuadros de profesionales, sino que dejaron los cimentos de la ilustración y modernidad, fueron factores de cambio y semillas de reflexión crítica. ¿Hasta que punto los filipenses contribuyeron en este proceso? Particularmente, en una región muy importante de la Nueva España, ya que no sólo fue el escenario de la guerra insurgente, sino la que contó con la economía más diversificada de todo el virreinato: minería, textiles y agricultura.
Cabe resaltar que el proyecto permitirá ahondar en el conocimiento de la historia del Virreinato novohispano y del nacimiento del México independiente, dada la importancia que la religión desempeñó en las sociedades de aquel tiempo, y a la vez contribuirá a comprender mejor cómo la república y el liberalismo nacieron en México en un contexto de una sola religión, el catolicismo, pero con matices regionales y culturales.
Dada la importancia que ha tenido la Iglesia en la historia de México, y de considerarla como una institución conservadora y por tanto no acorde a los ideales modernos de la Ilustración, nos parece importante destacar y contribuir al conocimiento del fenómeno de la Ilustración novohispana y el aporte que hicieron ciertos sectores de la Iglesia en la difusión de la ciencia y en la alfabetización de niños y niñas en varias regiones de México. Particularmente cuando existe una historiografía que ha señalado que la educación para el período que estudiamos fue tomada por los Ayuntamientos y los pueblos de indios, dejando el papel de los eclesiásticos fuera del escenario. A lo largo de la investigación de tres años se pretenderá brindar una mejor comprensión de los fenómenos culturales y sociales de los cuales somos herederos. Los resultados de investigación serán difundidos por medio de publicaciones, ponencias, conferencias y seminarios. Con lo anterior se pretende que los resultados no sólo se conozcan en el ámbito académico sino que se difundan entre un público más amplio, y en las regiones que consideramos hubo una mayor contribución, como el Bajío, el noreste y noroeste (Monterrey y Durango).