La democracia no puede suspenderse ante ninguna crisis; en ningún país, en ningún momento. Esta idea tan sencilla e importante fue cuestionada en algún momento por algunos gobernantes y sectores de la ciudadanía frente a la gestión de la pandemia del COVID-19. La crisis sanitaria generada golpeó a las democracias latinoamericanas en momentos donde éstas ya estaban golpeadas. A pesar de ello y de las debilidades estructurales preexistentes en los sistemas políticos de la región, durante los dos últimos años, se pudieron llevar a cabo 20 elecciones en 13 países de la región (Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Uruguay, República Dominicana, Venezuela) que dieron cuenta de la capacidad de resiliencia de las democracias y de garantizar los derechos humanos fundamentales en relación a la salud como a la oportunidad de ejercer la voz pública y el control político a través de las elecciones.
Este Proyecto busca generar conocimiento sobre el modo que las instituciones electorales, los actores, los partidos y la ciudadanía se adaptaron, innovaron y respondieron a los retos que suponía organizar elecciones en tiempos de pandemia. La celebración de las elecciones es la condición sine qua non de la existencia de un régimen democrático (Schattschneider, 1964), por lo que la continuidad de estos procesos es fundamental para la supervivencia de las democracias y es una señal de su capacidad de resiliencia. En ese escenario, las elecciones deben respetar una serie de condiciones como la certeza, la previsibilidad respecto a cómo y cuándo deben hacerse, es consustancial a la necesidad de hacerlas.
La agenda de investigación incluye tres ejes. Primero, la evaluación comparada de las decisiones legales, de las reformas político-electorales y de las actuaciones específicas de las autoridades administrativas y/o gubernamentales para la organización de las elecciones, la capacitación electoral y la aprobación de protocolos de bioseguridad y también para establecer el modo en que se debían hacer las campañas electorales. En este eje, se busca identificar los retos, las buenas prácticas y las innovaciones tecnológicas para poder realizar procesos electorales que cumplieran con condiciones de integridad electoral.
Segundo, el análisis de las decisiones y prácticas que llevaron a cabo los actores políticos y los partidos en su tarea competitiva, tanto en relación con los procesos de selección de candidaturas, las campañas electorales, las estrategias digitales, así como al comportamiento antisistémico de algunos actores que no quisieron reconocer los resultados electorales; el modo en que los incumbents renovaron el apoyo electoral (o no), la alta judicialización de los procesos y en cuanto al modo en que las investiduras presidenciales intervinieron en la equidad de las elecciones. Este este eje, el análisis se enfoca en las decisiones y las prácticas de los actores partidistas, con la intención de identificar los patrones cívicos de comportamiento que pueden destacarse, así como también aquellas malas prácticas que dificultan la democratización y que los actores no abandonan ni siquiera en contextos de crisis.
Se trata también de evaluar el papel de la ciudadanía, buscando observar su comportamiento respecto a su participación política; si las elecciones permitieron una mayor inclusión de grupos que han estado excluidos de la representación así como también si se elevaron los niveles de violencia política de género y violencia digital en los países analizados. Se busca evaluar los aprendizajes que estos procesos generaron a partir de cómo se ha comportado la ciudadanía como también respecto a las dificultades que el voto no obligatorio supone para la legitimidad de las elecciones cuando la gente decide no salir a votar.
A partir de la evaluación comparada de todos estos aspectos de las elecciones, un equipo multidisciplinar, que tiene experiencia académica y profesional organizando y evaluando elecciones, se reúne en el marco del Observatorio de Reformas Políticas de América Latina, para realizar diagnósticos que permitan identificar los desafíos que enfrentaron las autoridades, los actores y la ciudadanía respecto a la necesidad de hacer elecciones, evaluar una serie de aprendizajes, buenas prácticas y vulnerabilidades que permitirán generar propuestas de reformas político-electorales para mejorar prácticas, procesos y mecanismos de funcionamiento democrático en la región.
El Proyecto contribuirá a generar conocimiento comparado sobre las afectaciones de la crisis sanitaria en la organización y celebración de las elecciones, en la capacidad de adaptación de los partidos políticos y de la ciudadanía para participar en dichos procesos en la región así como también sobre el modo en que los países han tenido capacidad de resiliencia para hacer frente a esta crisis. A pesar de la reacción inicial de sorpresa y alta incertidumbre, con el tiempo, una inicial disminución en el número de casos y la creciente comprensión del virus, los patrones de contagio y medidas preventivas, impulsaron el regreso a la “nueva normalidad”, con lo que, paulatinamente, los países empezaron a celebrar los comicios. En ese marco, enfrentaron el “choque” que supuso la crisis sanitaria y tuvieron capacidad de resiliencia para enfrentar esos desafíos. Incluso aquellos países que al inicio de la pandemia se mostraron dudosos respecto a qué hacer, luego fueron generando aprendizajes y superando los retos, las dudas y los temores que enfrentaron en los primeros meses.
El contexto político e institucional en el que se llevaron a cabo las elecciones, la capacidad de las instituciones electorales de adaptarse a un nuevo contexto, la necesidad de modificar las reglas electorales, las campañas electorales, los partidos y las candidaturas y el modo en que la ciudadanía decidió involucrarse en dichos procesos se ha visto afectado por la pandemia y exigió que todos los actores políticos desplegaran distintas estrategias adaptativas. La comprensión de estos fenómenos resulta fundamental para valorar la salud de las democracias latinoamericanas, su resiliencia ante las crisis y la centralidad de las elecciones como un eje de la vida democrática y como parte de la agenda de profundización de la democracia que está pendiente en la región.
Las principales contribuciones de este Proyecto están relacionadas a profundizar en el estudio de las condiciones que permiten a las instituciones y a los actores políticos desplegar estrategias efectivas de adaptación ante un cambio brusco y drástico en las condiciones propias de los sistemas políticos y electorales. La investigación comparada permitirá identificar las características de los modelos de gobernanza electoral que proporcionan mejores condiciones para la flexibilización de las reglas y procesos o que permiten introducir ajustes normativos requeridos por la contingencia. Asimismo, revelará en qué condiciones los actores políticos, los partidos, las candidaturas y la ciudadanía logran encontrar nuevas maneras de comunicarse y participar en un marco legal que garantice la equidad en la contienda. Resumiendo, este proyecto permitirá identificar cuáles son las características de la gobernanza electoral y del comportamiento de los actores que han generado mayor capacidad de resiliencia de los sistemas democráticos en la región.
A partir de los hallazgos del Proyecto, se elaborará una serie de propuestas de reformas políticas-electorales que permitan capitalizar las buenas prácticas identificadas en algunos contextos, así como las políticas públicas necesarias para fortalecer la capacidad de la resiliencia de las democracias de la región. Además de un serie de productos de investigación (libros y artículos en revistas de impacto) que elaborará el Proyecto, se contribuirá en la difusión pública del conocimiento generado a partir de la realización de un Seminario Permanente sobre “Reformas Electorales y Democracia en América Latina”, entre febrero y noviembre de 2022 así como también con la organización de un Seminario Internacional sobre las “Las reformas políticas a la representación en América Latina”, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México los días 28, 29 y 30 de septiembre de 2022. También se organizará el Simposio «Las reformas políticas a la representación en América Latina: innovaciones y desafíos en tiempos de pandemia y postpandemia», en el X Congreso Internacional del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina, que se llevará a cabo del 13 al 15 de junio de 2022 en Helsinki en Finlandia. La difusión pública del conocimiento generado a través de las redes sociales contribuirá a la formación de valores democráticos y al debate crítico de la ciudadanía en el marco de los esfuerzos realizados por las instituciones públicas como nuestra Universidad para la educación cívica.